Conflicto saharaui: Un pueblo sin tierra
¿Qué sabes del Sahara? Supongo que sabrás que es un desierto, también sabrás que está en el continente africano pero, ¿sabes algo más? ¿Conoces al pueblo saharaui? Puede que hayas oído hablar de él en alguna ocasión. Lo cierto, vete a saber por qué, es que suele aparecer poco en los medios de comunicación. Y eso que se encuentra en un conflicto geográfico y humanitario desde hace muchos muchos años. Tal vez sepamos tan poco de él porque España es uno de los países involucrados directamente en este problema. Hoy, me gustaría hablaros un poco de este pueblo del norte de África, de su situación y de una iniciativa bastante curiosa que me ha llamado la atención.
Aunque el objetivo principal de este blog es hablar de viajes, de curiosidades de lugares lejanos, de alguna que otra leyenda y de experiencias personales, en esta ocasión me gustaría cambiar un poco de tercio para hablar de un conflicto que tenemos a las puertas de nuestro país, un problema del que, como nación, somos en parte responsables y del que pocos han oído hablar y conocen. Un conflicto que empuja a un pueblo, una cultura y una tradición a vivir marginados como parias en un país hostil. Nos trasladamos al norte de África para adentrarnos de lleno en el Sahara Occidental.
El Sahata Occidental: La historia de un conflicto
Al empezar a pensar en este artículo, creí que lo mejor era explicar a fondo este conflicto, y con esa idea comencé a escribir. Pero al final, lo que salió fue un reportaje lleno de fechas, de datos y de nombres propios; algo que cualquiera puede leer en Wikipedia o googleando “conflicto del Sahara Occidental”. Por eso mismo, prefiero hacer un breve resumen, para que nos entendamos… (Justo al final del artículo, os dejo un link a un reportaje en profundidad que escribí y maqueté hace tiempo sobre este conflicto)
Lo más importante, es saber que la situación actual del pueblo saharaui tiene su origen en 1884. En ese momento, durante la Conferencia de Berlín, los países más poderosos del mundo deciden cómo repartirse África, un continente lleno de riqueza. En este reparto de cromos, España “se pide” los territorios del Sahara Occidental, una región habitada por pueblos nómadas que no tienen ni idea de lo que significa la palabra frontera. Marruecos no está muy de acuerdo con este reparto, puesto que también quería controlar esta zona.
Durante años, España y los pueblos del Sahara viven en cierta armonía, y Marruecos se mantiene al margen. Pero en los años 70, la ONU vive un momento de iluminación en el que llega a la conclusión de que no está bien eso de tener colonias. Comienza así un periodo de descolonización de las regiones africanas por parte de las grandes potencias. La Organización de las Naciones Unidas insta a España a abandonar el Sahara Occidental. Mientras nuestro país negocia la descolonización, vuelve a aparecer Marruecos, reclamando este territorio. Finalmente, España le cede la administración del territorio, pero, OJO, no su soberanía, y le hace prometer que se celebraría unas elecciones en las que el pueblo saharaui podría decidir su futuro… todavía están esperando este referéndum.
Con el ejército español fuera del territorio, comienza una serie de revueltas y la represión marroquí obliga a los saharauis a huir y a establecer campamentos de refugiados fuera de su país, en el desierto de Argelia. Los que no han huido, viven bajo la ocupación marroquí en el Sahara Occidental, luchando contra un país y una comunidad internacional que no reconoce ni su soberanía ni sus derechos. En este momento, el Sahara Occidental continúa siendo un territorio pendiente de descolonización, siendo la última colonia que aún permanece en el continente africano.
¿Qué se está haciendo en el Sahara?
Aunque la comunidad internacional parece haber olvidado a esta región del norte de África, sí hay diferentes proyectos y organizaciones que ayudan en lo que pueden al pueblo saharaui. Uno de los proyectos más conocidos es Vacaciones en paz, una iniciativa que comenzó hace más de cuarenta años en España. A través de las diferentes asociaciones amigas del pueblo Saharaui, Vacaciones en paz da la oportunidad a los niños y niñas del Sahara a vivir unas vacaciones alejados de su dura realidad. Durante unas semanas, viajan a nuestro país donde son acogidos en el seno de una familia española. Además de intercambiar tradiciones y aprender unos de los otros, durante este tiempo, los jóvenes reciben atención médica, nutricional y establecen lazos que, en la mayoría de los casos, duran para siempre.
Pero no todo el mundo puede acoger a una persona en su familia. Hay un millón de motivos por el que llevar a cabo esta iniciativa es prácticamente imposible: económicos, falta de tiempo, falta de espacio… esto no quiere decir que no se pueda hacer nada. Hace poco tiempo, a través de una amiga, descubrí una iniciativa bastante curiosa con la que poder ayudar a estas personas. Imagina un supermercado online en el que poder realizar una compra y, una hora después, esta compra llegara directamente a uno de estos campamentos de refugiados. Esta es la idea con la que nació Butigon. Este supermercado ayuda a acercar bienes de primera necesidad a las personas que de verdad lo necesitan. Nosotros, desde nuestra casa, podemos elegir qué productos comprar: higiene, salud, alimentación, hogar… y ellos se encargan de hacérselo llegar al destinatario. Estos productos, al encontrarse cerca de estos campamentos, son realmente baratos, y no suponen un gran gasto para nuestros bolsillos.
Sus creadores son Louali Salem Douh y Hammada Saleh Moulud, dos saharauis residentes en la Comunitat Valenciana. Aunque el objetivo inicial era que fueran las propias familias y seres queridos los que hicieran uso de esta tienda, hoy en día son muchas las personas sin lazos directos con el pueblo saharaui las que realizan sus compras benéficas desde esta página. Sin duda, esta es una gran iniciativa que permite a cualquiera aportar su granito de arena en esta causa.
Mientras tanto, en África son cada vez más los países que defienden la soberanía marroquí en este territorio. Al mismo tiempo, el Sahara Occidental cuenta cada vez con menos apoyos y, los que tiene, poco pueden hacer para resolver un conflicto con tan poca cabida en los medios de comunicación y con tanta repercusión sobre tantas vidas humanas.
Me has tocado la fibra, como bien dices son un pueblo injustamente olvidado del cuál yo nunca olvido porque me siento unida a ellos. No nací ni crecí allí, pero si fue mi lugar de vacaciones y porque allí vivió parte de mi familia, nacieron mis primos y murieron mis abuelos. Tengo recuerdos imborrables. Detesto la forma en q los dejamos abandonados y sin darles la oportunidad de decidir.