Conoce el Bosque de Oma
Existe un lugar en Vizcaya que parece sacado de un cuento de hadas. Un bosque en el que la naturaleza y el arte se han unido para convertir este pequeño pedazo de naturaleza en un paisaje de fantasía donde, si miramos bien, podremos ver cómo los árboles nos cuentan una historia. Este lugar encantado es el Bosque de Oma, situado a cuarenta minutos de Bilbao.
También conocido como Bosque Pintado o Bosque Encantado, este increíble parque natural se encuentra en el término municipal de Kortezubi, cerca de la ciudad de Bilbao. La magia del Bosque de Oma está sobre la corteza de sus árboles. Sus troncos se han convertido en el lienzo perfecto para casi cincuenta obras de arte. Siéntete observado por un centenar de ojos de diferentes colores, utiliza la perspectiva para unir los dibujos o busca el ángulo perfecto para juntar las dos partes de un beso. Muévete para encontrar sentido a una serie de trazos que parecen no tenerlo. Si no lo consigues, no pasa nada, también tendrás ayuda. Por todo el suelo, una serie de flechas nos indicarán cual es el mejor sitio para apreciar cada obra.
El artista
El autor de este lugar encantado es el pintor Agustín Ibarrola. Durante toda su vida, Ibarrola ha sido un reconocido activista cuyas protestas contra el régimen de Franco le llevaron a pasar tres años en prisión. Más tarde, sus críticas al terrorismo de la banda ETA provocaron que fuera un artista censurado, señalado e incluso fue amenazado de muerte.
Su obra más reconocida es la del Bosque de Oma, pintada entre 1982 y 1985. Pero su activismo solo le granjeó enemigos y con frecuencia sus árboles aparecían pintados con insultos y amenazas de muerte. Durante todo este tiempo, Ibarrola no consiguió el respaldo de las instituciones. Hoy parece que todo eso ha terminado y su magnífico bosque se ha convertido un maravilloso paraje turístico que cada año atrae a miles de visitantes.
Cómo llegar al Bosque de Oma…
El acceso al Bosque de Oma es totalmente gratuito, incluso hay un parking donde se puede dejar el coche sin ningún coste. Eso sí, aviso, para llegar primero habrá que caminar un buen rato. El bosque está situado a unos dos kilómetros del lugar en el que se deja el coche. El camino está perfectamente señalizado y discurre entre caseríos y enormes pastos con vacas, caballos o bueyes, por lo que será un paseo ameno. Aun así, es recomendable ir con un calzado cómodo.