Hace poco, tuvimos la oportunidad de recorrer Lanzarote de arriba abajo durante poco más de una semana. Esta pequeña isla me sorprendió mucho por sus paisajes y por unos colores que, en ocasiones, te hacen creer que estás en la luna. Hoy, os voy a contar lo mejor y lo peor de nuestra aventura por esta isla volcánica.

LO MEJOR DE LANZAROTE

Formas y paisajes: Una de las cosas que más me llamó la atención de Lanzarote fue el tipo de paisajes que nos encontramos en la mayoría de las partes de la isla. Al ser una isla volcánica, la lava ha dado a este lugar una formación rocosa y un color que nos hará pensar que caminamos por otro mundo.

Sus volcanes: Los volcanes de Lanzarote son sin duda uno de los grandes atractivos de esta isla canaria. En nuestro caso, pudimos entrar en el volcán del Cuervo, ver la gran Bomba junto a la Caldera Colorada o subir a lo más alto la Montaña Blanca, uno de los lugares desde lo que mayor sensación de vértigo he sentido.

Conoce todos los secretos de los volcanes: Una las mejores cosas que tiene Lanzarote, es que, además de visitar sus fenómenos naturales, podrás aprender todo lo necesario para comprender cómo se formó esta isla. A lo largo de sus diferentes rutas, encontraréis carteles explicativos donde podréis saber cómo se ha creado aquello que tenéis ante vosotros.

Una isla perfecta para furgonetas: Nuestra aventura por Lanzarote fue a bordo de Nejma, una preciosa furgoneta camperizada. A lo largo de su territorio, encontraréis lugares maravillosos para aparcar, dormir y despertar frente al mar.

Una isla muy manejable: Lanzarote es una isla muy pequeña, esto es al mismo tiempo una ventaja y una desventaja. La ventaja es que es muy fácil manejarse por la isla, sin tener que establecer una ruta fija. Su tamaño nos permite improvisar sin problema. En nuestro caso, hubo días que recorrimos la isla de arriba abajo varias veces.

Descubriendo a César Manrique: Este artista lanzaroteño es un emblema de la isla. Allá por donde vayamos encontraremos referencias a su obra y sus creaciones inundan Lanzarote, pudiéndolas ver en rotondas, plazas, en el interior de restaurantes o en aparcamientos.

Las playas del sur: Las mejores playas de la isla se encuentran en el sur. Playa Papagayo, Mujeres, el Pozo… Todas ellas merecen la pena ser visitadas y pasar uno o varios días disfrutando de sus aguas claras y del sol de Canarias

LO PEOR DE LANZAROTE

Una isla muy pequeña: Como he dicho antes, Lanzarote es una isla que se puede recorrer de un extremo a otro en poco más de una hora. Aunque esto tiene sus ventajas, también puede llegar a ser repetitivo y, dependiendo de los días que vayáis, igual la isla se os queda corta. En mi opinión, una semana es más que suficiente para visitar esta isla.

El tiempo: Cuando uno viaja a Canarias, espera encontrar un sol radiante para acompañar los días de playa. Durante nuestra experiencia por Lanzarote descubrimos que esto no es así. Allí dicen que tienen una primavera de doce meses, lo que significa que no os vais a encontrar con buen tiempo todos los días, os recomiendo meter una sudadera (o dos) y unos pantalones largos en vuestra mochila.

El viento: El viento en esta isla es, en ocasiones, ¡insoportable! Yo peso casi ochenta kilos y en ocasiones tenía la sensación de que iba a salir volando. Donde más lo notamos fue en la Montaña Blanca y durante nuestra excursión al Timanfaya. Pero también notamos mucho algunas noches, durmiendo en la furgoneta.

Zonas residenciales del sur: Para nosotros fue sin duda la parte más fea de la isla. Cogimos una casa en esta zona para pasar las dos últimas noches y no nos gustó nada. Está llena de urbanizaciones homogéneas y zonas en construcción. En nuestra opinión, en esta zona se pierde un poco la esencia de la isla, haciéndola parecer demasiado turística.